Artículo de Opinión
Por Diego Valera Campos
Acabadas las Fiestas de San Mateo 2011, toca hacer balance de cómo ha sido el desarrollo de las mismas. He seguido las noticias de los medios de comunicación de la ciudad, donde se hacía mención al parte de heridos día tras día, se informaba de todos los actos que conforman nuestras queridas Fiestas, de las actividades que desarrollaban cada una de las peñas ..., pero existe un hecho preocupante que ha pasado desapercibido: la presencia de menores en el recorrido de la suelta de vaquillas.
Día tras día, las inmediaciones de la Plaza Mayor se llenaban de chicos y chicas menores de edad que participaban en el festejo. La legislación no permite la presencia de menores en el recorrido de un festejo taurino, de ninguno, aunque vaya acompañado de una persona mayor de edad. Recuerdo mientras escribo estas líneas las situaciones acaecidas este mismo verano en diferentes pueblos de la geografía española donde el protagonista ha sido el toro o la vaca.
Como amante de estas Fiestas y defensor a ultranza de las mismas, apelo a la responsabilidad de aquellos padres que permiten que su hijo o su hija “campee” a sus anchas por el Casco Antiguo en estos días de septiembre. En estos momentos no soy padre, algún día lo seré, pero desde luego le enseñaré el valor de estas Fiestas que cada año celebramos desde hace siglos.
Desde aquí, les pido a los padres que enseñen a sus hijos la esencia cultural y el valor histórico de estas Fiestas, y a disfrutarlas con la mayor responsabilidad y respeto, pero no les dejen participar en los festejos taurinos, porque aparte de que las leyes están para cumplirlas, la integridad de sus hijos corre peligro.
Por el buen desarrollo de San Mateo y por la seguridad de todos, debemos concienciar a todos los menores de que la suelta de vaquillas entraña peligro, y que su sitio, hasta que adquieran la mayoría de edad, es detrás de una barrera.
Fdo. Diego Valera Campos
Secretario de la Asociación de Peñas Mateas
Como corredor de las vaquillas de San Mateo y como padre de dos hijos de 9 y de 5 años, no puedo estar más de acuerdo contigo. Cada cosa a su tiempo pero, sobre todo, enseñemos a nuestros más pequeños a hacer las cosas bien porque lo que bien se aprende, bien se desarrolla después. Correr las vaquillas entraña mucho más peligro de lo que la gente se cree, ya no solo por el propio animal, sino por la cantidad de gente que te puede empujar, tirar o estorbar. Por favor, padres y madres, por el bien de todos seamos sensatos y no dejemos a nuestros hijos salir al recorrido de la vaca.
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