Quinta y última de la Feria taurina de San Julián en Cuenca, con la mejor entrada de todos los festejos, en gran parte favorecida por la gran afluencia de espectadores venidos desde Tarancón para ver la alternativa de Noelia Mota. Cartel muy atractivo de rejones con la ya citada amazona conquense y los dos máximos exponentes del toreo a caballo como son Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura.
Foto: Ángel Álvarez |
Primer toro de la tarde para Noelia Mota después de la correspondiente ceremonia de alternativa con Hermoso de Mendoza como padrino y Diego Ventura como testigo. Toro excesivamente recortado (como el resto de la corrida), parado y soso. Buena actuación de la rejoneadora “local” que tuvo que exponer y hacer todo por la poca movilidad del morlaco. Oreja. En su segundo, salió Noelia Mota a por todas, ante su público, y con media puerta grande en el bolsillo. Actuación sobresaliente con un buen manejo del caballo y buenas banderillas, aunque debería haber utilizado menos a sus auxiliadores y colocar ella misma al toro en suerte. Dos orejas y rabo excesivo.
Foto: Ángel Álvarez |
Pablo Hermoso de Mendoza estuvo muy bien en Cuenca (como casi siempre), aunque el "pero" estuvo en los dos rejones de muerte, traseros, muy traseros. En cuanto al toreo a caballo, volvió a demostrar su maestría, con un recibimiento muy ceñido en ambos toros y llevándolos siempre pegados a la cola de sus maravillosos caballos. Destacó un gran par de banderillas a dos manos en el centro del ruedo en su segundo, y las banderillas cortas en ambos, con la correspondiente ovación del respetable. Percance sin consecuencias en el cuarto al tocarle el toro el estribo y tirarlo de la montura. Oreja en cada uno de sus toros y puerta grande.
Foto: Ángel Álvarez |
Diego Ventura, posiblemente el mejor rejoneador del momento (con permiso de Pablo Hermoso de Mendoza) demostró en Cuenca que él no entiende de plazas de segunda o de primera, y salió desde el primer momento a levantar a los aficionados de sus asientos. Empezó su faena del primer toro con un brindis a la protagonista de la tarde, Noelia Mota, y después comenzó su repertorio con quiebros estupendos y ceñidos, banderillas en el sitio y reunidas, teléfonos, etc. Destacó una vuelta casi completa al ruedo con el hocico del toro en los cuartos traseros del caballo. Falló con el rejón de muerte. Dos pinchazos y oreja. En su segundo, más de lo mismo, excelente monta y doma de una maravillosa cuadra, con todo tipo de detalles de buen rejoneo con un toro más parado que el anterior de su lote, y también detalles cara al público como “bailes” con sus caballos, mordiscos en el último tercio en su segundo, etc. Pinchazo y estocada. Oreja y puerta grande.
En resumen, brillante fin de feria en Cuenca que aleja un poco la tempestad que trajo ese numéro fatídico en la trayectoria de Maximino en esta Plaza de Toros conquense. A buen seguro que de todo se aprende y el año que viene será mejor. ¡Suerte maestro!
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